Tanama River and Caves, NIV
Nature Adventure - Go Do It! > Nature/Adventure > Puerto Rico
By: TravelAndSports.com
El área metropolitana de San Juan está llena de maravillas hechas por el hombre, desde los macizos fuertes del Viejo San Juan al elegante Museo de Arte de Puerto Rico. La isla también tiene un impresionante arsenal de maravillas naturales. Para descubrir el lado natural de Puerto Rico tiene que salir por la isla, a las montañas centrales, las cuevas del norte, las playas del oeste, los manglares del sur y las isletas del este. La mayoría de estos lugares están a unas dos horas y media de San Juan y con facilidad puede alquilar un auto y visitarlos por su cuenta. Pero si quiere sumergirse o disfrutar de actividades más aventureras, desde rappeling a viajes en balsa por el río o senderismo- debe permitir que negocios de excursiones de aventuras con experiencia le sirvan de guía.
Bosques pluviales exuberantes abrazan las cuestas de muchas de las montañas más altas de la isla. Encontrará helechos del tamaño de árboles, hojas gigantescas y árboles en miniaturas. Los riachuelos caen en cascadas a maravillosas piscinas naturales y los paisajes se extienden a través de bosques a la costa. El Bosque Nacional del Caribe, mejor conocido como El Yunque, es administrado por el gobierno Federal y cuenta con el mejor senderismo en la isla. Hay senderos populares muy bien mantenidos que llevan a picos, piscinas naturales y caminos que le llevan a áreas remotas. Bosques administrados por el gobierno insular incluye Carite, al sur de Caguas, con un corto trayecto a un estanque con tinte azuloso; Bosque del Pueblo, un bosque que es propiedad de los residentes de Adjuntas; Guilarte, conocido por sus bellos senderos que llevan a picos remotos y Toro Negro - Villalba.
Toro Negro es el bosque pluvial más alto de la isla, una preciosa expansión de palmas de sierra e impresionante vistas. Los más de 7,000 acres del bosque abarcan riachuelos, piscinas, riberas en cañones, pequeños lagos con represas y una variedad de plantas y árboles, haciendo de Toro Negro un sitio ideal para senderismo, caminatas, exploración y acampar. Un grupo de operadores lo puede complacer en cualquier de estas actividades.
Vegetación igualmente indomable, pero más seca se encuentra en las colinas del norte en un panorama extraño conocido como cársica. La porosa piedra caliza cársica ha sido erosionada a través del tiempo por agua de lluvia para formar sumideros, mogotes y una extensa red de cuevas. Para una caminata fácil por terreno cársico, visite los bosques de Guajataca, Río Abajo o Cambalache. Para una hojeada a las renombradas cuevas y sumideros formados por uno de los ríos bajo tierra más grande del mundo, pase varias horas en el parque del río Camuy.
Hay otras maneras de explorar la zona cársica de Puerto Rico. Puede bajar en rappel por acantilados para entrar al sistema de cuevas; nadar en ríos subterráneos usando una lámpara de cabeza, cascos y salvavidas e ir en balsa bajando por el río Tanamá a través de cañones, túneles, y otras formaciones cársicas. Esta es una de las aventuras más retantes y potencialmente peligrosas de la isla y se debe llevar a cabo en compañía de un operador con experiencia y capacitado.
Los bosques de la costa de Puerto Rico consisten principalmente del árbol-manglar. Inclinados y de hojas pequeñas, los manglares cobijan toda especie de organismos de tierra y mar, particularmente peces y pájaros. Estos también echan raíces al mar ayudando a prevenir la erosión del litoral. El Bosque de Piñones al este de San Juan tiene un paseo tablado para ciclismo a través de algunos de sus manglares y La Reserva Estuarina de Jobos en la costa sur es una joya escondida con un centro para visitantes en Aguirre. El bosque de Guánica más al oeste abarca playas, isletas y uno de los tramos más largos de bosques seco costal que quedan en el mundo. Es un lugar excelente para observar aves al amanecer. Hay más sitios para observación de aves en la Laguna Cartagena y el Refugio de Vida Silvestre de Cabo Rojo al suroeste.
Los aventureros puede que prefieran explorar la costa a caballo o a kayak. Hay caballerizas en Luquillo, Isabela, Camuy y Humacao (Palmas del Mar) que ofrecen viajes de una o dos horas a través del bosque pluvial y a lo largo de los llanos costeros. En Fajardo negocios de kayak lo pueden llevar a Laguna Grande donde podrá remar de día en canales a la sombra de manglares y de noche puede ver la extraña bioluminiscencia del lago.
La cercana isla de Vieques al este de Puerto Rico tiene la laguna bioluminescente más brillante en la isla. El brillo es causado por microorganismos dinoflagelados que se encienden con cualquier movimiento en el agua y se observan mejor en noches sin luna. Esta isla de 21 millas de largo acoge el refugio de vida silvestre natural más grande del Caribe, playas impresionantes, un paseo tablado por el manglar de la laguna y unos 18,000 acres de maleza virgen. Actualmente cerca de la mitad de esta isla está abierta para senderismo, ciclismo y otras actividades. Cerca, Culebra también cuenta con un refugio de vida silvestre especialmente para colonias de pájaros de mar en las muchas isletas que la rodean. Dos de las isletas- son un paraíso para la exploración, observación de aves, snórquel y cayaking- están abiertas al público de día.
Si desea disfrutar al máximo de una aventura, piense en la isla de Mona. Una isla deshabitada, Mona cuenta con una historia fascinante y una más fascinante ecología – iguanas de una yarda de largo, acantilados de piedra caliza, bosque de maleza, colonias de aves y aguas cristalinas repletas de vida marina. Se requieren permisos, pregunte por éstos a uno de los operadores de aventuras.
Bosques pluviales exuberantes abrazan las cuestas de muchas de las montañas más altas de la isla. Encontrará helechos del tamaño de árboles, hojas gigantescas y árboles en miniaturas. Los riachuelos caen en cascadas a maravillosas piscinas naturales y los paisajes se extienden a través de bosques a la costa. El Bosque Nacional del Caribe, mejor conocido como El Yunque, es administrado por el gobierno Federal y cuenta con el mejor senderismo en la isla. Hay senderos populares muy bien mantenidos que llevan a picos, piscinas naturales y caminos que le llevan a áreas remotas. Bosques administrados por el gobierno insular incluye Carite, al sur de Caguas, con un corto trayecto a un estanque con tinte azuloso; Bosque del Pueblo, un bosque que es propiedad de los residentes de Adjuntas; Guilarte, conocido por sus bellos senderos que llevan a picos remotos y Toro Negro - Villalba.
Toro Negro es el bosque pluvial más alto de la isla, una preciosa expansión de palmas de sierra e impresionante vistas. Los más de 7,000 acres del bosque abarcan riachuelos, piscinas, riberas en cañones, pequeños lagos con represas y una variedad de plantas y árboles, haciendo de Toro Negro un sitio ideal para senderismo, caminatas, exploración y acampar. Un grupo de operadores lo puede complacer en cualquier de estas actividades.
Vegetación igualmente indomable, pero más seca se encuentra en las colinas del norte en un panorama extraño conocido como cársica. La porosa piedra caliza cársica ha sido erosionada a través del tiempo por agua de lluvia para formar sumideros, mogotes y una extensa red de cuevas. Para una caminata fácil por terreno cársico, visite los bosques de Guajataca, Río Abajo o Cambalache. Para una hojeada a las renombradas cuevas y sumideros formados por uno de los ríos bajo tierra más grande del mundo, pase varias horas en el parque del río Camuy.
Hay otras maneras de explorar la zona cársica de Puerto Rico. Puede bajar en rappel por acantilados para entrar al sistema de cuevas; nadar en ríos subterráneos usando una lámpara de cabeza, cascos y salvavidas e ir en balsa bajando por el río Tanamá a través de cañones, túneles, y otras formaciones cársicas. Esta es una de las aventuras más retantes y potencialmente peligrosas de la isla y se debe llevar a cabo en compañía de un operador con experiencia y capacitado.
Los bosques de la costa de Puerto Rico consisten principalmente del árbol-manglar. Inclinados y de hojas pequeñas, los manglares cobijan toda especie de organismos de tierra y mar, particularmente peces y pájaros. Estos también echan raíces al mar ayudando a prevenir la erosión del litoral. El Bosque de Piñones al este de San Juan tiene un paseo tablado para ciclismo a través de algunos de sus manglares y La Reserva Estuarina de Jobos en la costa sur es una joya escondida con un centro para visitantes en Aguirre. El bosque de Guánica más al oeste abarca playas, isletas y uno de los tramos más largos de bosques seco costal que quedan en el mundo. Es un lugar excelente para observar aves al amanecer. Hay más sitios para observación de aves en la Laguna Cartagena y el Refugio de Vida Silvestre de Cabo Rojo al suroeste.
Los aventureros puede que prefieran explorar la costa a caballo o a kayak. Hay caballerizas en Luquillo, Isabela, Camuy y Humacao (Palmas del Mar) que ofrecen viajes de una o dos horas a través del bosque pluvial y a lo largo de los llanos costeros. En Fajardo negocios de kayak lo pueden llevar a Laguna Grande donde podrá remar de día en canales a la sombra de manglares y de noche puede ver la extraña bioluminiscencia del lago.
La cercana isla de Vieques al este de Puerto Rico tiene la laguna bioluminescente más brillante en la isla. El brillo es causado por microorganismos dinoflagelados que se encienden con cualquier movimiento en el agua y se observan mejor en noches sin luna. Esta isla de 21 millas de largo acoge el refugio de vida silvestre natural más grande del Caribe, playas impresionantes, un paseo tablado por el manglar de la laguna y unos 18,000 acres de maleza virgen. Actualmente cerca de la mitad de esta isla está abierta para senderismo, ciclismo y otras actividades. Cerca, Culebra también cuenta con un refugio de vida silvestre especialmente para colonias de pájaros de mar en las muchas isletas que la rodean. Dos de las isletas- son un paraíso para la exploración, observación de aves, snórquel y cayaking- están abiertas al público de día.
Si desea disfrutar al máximo de una aventura, piense en la isla de Mona. Una isla deshabitada, Mona cuenta con una historia fascinante y una más fascinante ecología – iguanas de una yarda de largo, acantilados de piedra caliza, bosque de maleza, colonias de aves y aguas cristalinas repletas de vida marina. Se requieren permisos, pregunte por éstos a uno de los operadores de aventuras.
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